Un ventilador es una máquina
de fluido, más exactamente, una máquina neumática, concebida para producir una
corriente de aire.
Se utiliza para producir
corrientes de aire, es decir, mover el aire para usos muy diversos. Entre
ellos, ventilar los ambientes habitados, refrescar objetos o máquinas o para
mover gases (principalmente el aire) por un sistema de conducciones.
En su versión más corriente,
un ventilador es una máquina que absorbe energía mecánica y la transfiere a un
gas, proporcionándole un incremento de presión no mayor de 10 kPa (1.000
mm.c.a. aproximadamente), por lo que da lugar a una variación muy pequeña del
volumen específico y suele ser considerada una máquina hidráulica (más propiamente,
una máquina neumática).
En principio existen dos tipos
principales de ventiladores: axiales y centrífugos.
El ventilador axial es el que
recoge e impulsa el aire (u otro gas) en la misma dirección que el eje de
rotación de sus aspas.
El ventilador centrífugo toma
el aire en la misma dirección que su eje de rotación, pero lo centrifuga contra
una carcasa envolvente y acaba impulsándolo por una boca de esa carcasa, en una
dirección que forma ángulo recto con el eje de rotación.
Cualquiera de los dos tipos
sirve para cualquier uso, pero el centrífugo suele ser el preferido cuando se
trata de impulsar aire por sistemas de conductos.
![](http://www2.configurarequipos.com/imgdocumentos/Jsilencio/ventilador_silencioso_8.jpg)
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